martes, agosto 09, 2005
Conservador, democristiano y liberal | Autor/a: Jessica
Conservador, democristiano y liberal son términos que me parecen incompatibles: Democristiano en lo privado, conservador en lo social, y liberal en lo económico. Y, en cambio, se supone que el PP aglutina a los tres en su programa ideológico. Pues a mí me parece contradictorio, y explicaré por qué:
Un conservador en lo social me parece una persona que pretende que los valores clásicos de la sociedad permanezcan inalterables, entre ellos, por ejemplo, el rol familiar: el matrimonio clásico, con hijos, en el que el hombre trabaja, es proveedor de alimentos y dinero; y la mujer se dedica a cuidarde la educación de los niños, la buena marcha de la casa familiar, el cuidado del marido y "sus labores"... Son los más acérrimos defensores de la familia tradicional, y se oponen con ardor a las parejas de hecho, tanto heterosexuales como homosexuales (aunque, en especial, a éstas últimas); ve con muy malos ojos las familias monoparentajes (lo que antes se conocía como "madres solteras") y, por supuesto, el matrimonio, el de toda la vida: entre hombre y mujer, y nada de ésas uniones antinaturales entre personas del mismo sexo. ¿Les suena? Seguro que conocen a más de un especímen de éstos. No tiene porqué considerarse necesariamente demócrata, ¡ojo! Los hay que sí, pero también los hay que no. Y, por supuesto, también los hay que sí sólo cuando les interesa...
Democristiano es aquel demócrata convencido que basa su ideología en los valores cristianos tales como amor al prójimo, ayuda al desfavorecido, y similares. Si no fuese por su laicismo militante, podrían encuadrarse perfectamente dentro de los socialistas utópicos (no confundir con los socialistas liberales éstos de ahora...), como de hecho lo están muchas iglesias de Cristianos de Base y de la Teología de la Liberación, conocidas por su trabajo con los pobres. No obstante, en cuanto a organización social, se alinean junto a los conservadores del punto anterior: el hombre debe trabajar y la mujer, cuidar al marido, los niños y la casa. Como mucho, el rol público de la mujer se limita a ayudar en actividades de caridad. La familia, por supuesto, la base de la sociedad. Si la sociedad está en clara decadencia es por los nuevos tipos de familia que se han creado, con el beneplácito de gobiernos social-liberales que acabarán por destruir el modelo de sociedad actual implantando uno mucho más individualista. Sólo la solidaridad entre personas y la transmisión de los valores familiares fundamentales puede salvarnos de la más completa decadencia. Otro especímen curioso, sin duda.
El liberal es mi preferido de los tres, y el que parece que se está llevando el gato al agua. Como cuentan que le dijo Clinto a Bush, "¡Es la economía, idiota!" .He aquí al individualista por excelencia: cada cual haga con su vida lo que le de la gana, pero en lo económico, el que manda es él. Es él el qe pide uos salarios más bajos ("contención salarial"), mayores recortes en seguridad social y desempleo ("ahorro en gasto social"), mayores jornada laborales y en peores y más precarias condiciones ("flexibilización del mercado laboral") y ya puestos, ¿por qué no más lejos? ("movilidad geográfica").
A él no le importa lo que haga con tu vida privada, siempre que rindas al 200% en el trabajo, a él no le cueste dinero y no interfiera en tu jornada laboral.
Es éste elemento el que es incompatible con los otros dos: él prefiere que trabajen los dos miembros de la pareja, porque una mujer trabajadora es también una mujer consumidora; prefiere que las mujeres no tengan hijos, a poder ser que ni siquiera se emparejen, porque como solteras consumen mucho más y como madres rinden mucho menos: pierden muchas horas de trabajo (permisos de maternidad, lactancia, enfermedades de los niños, etc.) y productividad (el nivel de concentración baja en cuanto los niños tienen un pequeño problema, por insignificante que sea, y los tienen continuamente).
Es por éste motivo (principalmente, aunque hay muchos otros) que considero que no se puede ser a la vez liberal y conservador, como no sea uno un hipócrita de tomo y lomo: conservador para uno mismo y liberal para los demás (o viceversa, aunque es más raro). No se puede defender por un lado que la incorporación de la mujer al mercado laboral es beneficiosa para la economía y, por otro, es perjudicial para la sociedad. Hay que elegir: o una cosa o la otra.
De la misma forma, tampoco se puede defender por un lado que el Estado debe proteger a los ciudadanos más desfavorecidos y todos debemos poner nuestra solidaridad a ése servicio; y, por otro, sostener el que cada cual se busque la vida como pueda, que cada cual es responsable de sus actos y que el Estado no puede malgastar recursos en sectores ineficientes porque sería su ruina. Hay que elegir: las dos visiones no se pueden sostener a la vez, hay que definirse por una.
Pero el PP, en su intento por abarcar todos los aspectos de la derecha, quiere acoger en su seno a todas las ideologías posibles. Y así le va. Dicen que "el que mucho abarca, poco aprieta". Aznar, en cambio, con su autoritarismo, supo mantener prietas las filas. A Rajoy, en cambio, le falta autoridad y nervio, y los sectores más extremos del partido se le escapan por todos los lados. No sepuede tener todo todo el tiempo
Con Rajoy, al PP le ha llegado la hora de la re-definición, y creo que derivará con más facilidad hacia un partido de corte tradicionalista y conservador que a uno liberal. El problema es que partidos conservadores, aunque minoritarios, los hay a patadas, y liberales realmente ninguno. Y si el PSOE se mueve hacia el centro para rellenar ese hueco (Solbes a la cabeza), corre el riesgo de perder votos por la izquierda. De ahí golpes de efecto de carácter social como la ley de matrimonios gays, la despenalización del aborto o la eutanasia (al tiempo).
Si el PSOE quiere conseguir la mayoría absoluta en las próximas elecciones no le basta con talante y buen rollito: necesita conseguir votos del centro liberal y lo perderlos de la izquierda social. Se avecinan cambios de estrategia. Sigan atentos a los movimientos de Solbes, auténtica sombra de Caldera. Y también a Esperanza Aguirre, que está con un rollito Thatcher - conservador que no hay quien le haga sombra. ¿Una presidenta del PP candidata a presidenta del Gobierno? Mira: pocas cosas hay hoy en día que pudieran hacerle más daño a ZP. Que procedan del PP, claro.
Saludos:
Jéssica.