martes, agosto 16, 2005
Esclavitud y precariedad laboral | Autor/a: Jessica
Hace unos días hablábamos sobre la precariedad laboral y la esclavitud. Hoy les traigo un texto para el debate acerca de ése tema (advertencia: léase con el modo ironía activado). Básicamente, viene a decir que, en los tiempos que corren de precariedad laboral, incluso la esclavitud es algo aceptable, por lo que tiene de garantía de seguridad para el empleado (por poco se me escapa la palabra "obrero", ¡uf!). Alguien propuso que lo mejor para la economía del país consistiría en contratos temporales, de días. Yo repliqué que cualquier persona, para el desarrollo de su independencia personal, requiere un mínimo de estabilidad. Aquí les dejo el texto. Que lo disfruten.
En defensa de la esclavitud. Por Belen Martos
Es un hecho constatado que la desocupación y la precariedad laboral producen una importante cantidad de problemas en las sociedades occidentales. Los individuos que no son capaces de ganarse el sustento debidamente, por cualesquiera razones que esto impidan, constituyen una fuente de contratiempos para el resto: dado que la mayor parte de ellos no tiene intención de dejarse morir de hambre, los recursos que estas gentes utilizan para lograr su manutención suelen ser lesivos para los demás. La delincuencia y la violencia tienen en la pobreza sus causas principales.
Por otra parte, es una realidad conocida que la escasez pecuniaria da lugar en el que la padece a enfermedades físicas y mentales que deben ser tratadas en ocasiones por la medicina pública -con el consiguiente gasto que ello genera-, y provoca además malos hábitos y costumbres poco edificantes, que hacen de estos hombres y mujeres con pocos ingresos una turba cuya compañía no resulta agradable para los que por fortuna no nos encontramos en su situación.
No son desdeñables, tampoco, las molestias que producen en la ciudadanía las situaciones laborales inestables y frágiles, cuando éstas perjudican a un colectivo reivindicativo y poco conformista. Creo que no es necesario recordar cómo incomodan al tránsito rodado de nuestras ciudades las manifestaciones de trabajadores que intentan que no los despidan, o que tratan de que su sueldo se incremente en cierta medida. En ocasiones el conflicto llega a extremos tan desagradables como en el caso del campamento que los trabajadores de Sintel lograron instalar en el Paseo de la Castellana de Madrid, una de las vías principales de la capital española. La presencia de aquellos desocupados harapientos parapetados en sus tiendas de campaña ofendía los sentidos del que los veía.
Es este cúmulo de inconvenientes que produce en nuestros días el trabajo asalariado ordinario, el que me ha movido a intentar encontrar una solución al caso. Y creo haberla hallado en la defensa del sistema esclavista. Es preferible nacer y morir esclavo, obligando a un amo a procurar el sustento propio, que pelear toda una vida por un salario cuyo mantenimiento nunca está garantizado.*
La principal razón, aunque no sea la única, por la cual creo que la situación de los trabajadores asalariados mejoraría notablemente si se sometiesen a un régimen de esclavitud, no es otra que la estabilidad que dicha relación económica posibilita para el productor. (Es importante destacar que la condición de esclavitud a que me refiero y que defiendo no debería posibilitar que los esclavos fueran liberados, vendidos o prestados sin la conformidad expresa de los hombres y mujeres en propiedad.)
En las sociedades antiguas, como la grecolatina, la egipcia o la babilonia, la posesión de un esclavo obligaba al amo a suministrarle alimento, alojamiento y vestimenta mientras estuviera a su cargo. Así el productor, en lugar de recibir una soldada a cambio de la venta de su fuerza de trabajo, recibía la garantía de su manutención y de la de su familia, en tanto no fuera manumitido. Teniendo en cuenta que la remuneración que reciben los asalariados actualmente apenas alcanza en muchas ocasiones para sufragar el gasto de los bienes de primera necesidad que se necesitan para mantener una vida digna, el paso de asalariado a esclavo no supondría perjuicio alguno para el productor, en este aspecto: en muchas ocasiones incluso mejorarían sus condiciones de vida.
Además, y he aquí el quid de la cuestión, el esclavo tiene la garantía de que no va a ser despedido, no dependen sus ingresos de la buena voluntad de su pagador ni de la honradez o la habilidad de quienes se encargan de negociar su salario en su nombre (v.g., los sindicatos), ni tampoco tiene su poder adquisitivo que someterse a los flujos económicos de la sociedad en la que vive.
En estas condiciones, el equilibrio emocional de los productores estaría asegurado en gran medida: no se daría lugar a las muy perjudiciales frustraciones laborales (dado que no habría posibilidad de formarse expectativas), y los esclavos trabajarían satisfechos al no sentir que su situación personal, y la de su familia, puede variar sensiblemente en cualquier momento.
Por otra parte, una sociedad esclavista que garantizase una calidad de vida razonable a los esclavos evitaría la agitación social que resulta de la lucha por la mejora de las condiciones de los asalariados, y todos los inconvenientes que aquélla genera.
Lo expuesto me parece suficiente motivo para que las personas de buen fondo se pasen al bando de los esclavistas: entiendo que resulta evidente que todos saldríamos ganando en una sociedad que funcionase de esta manera, en comparación con el actual estado de cosas.
___________________________________________
* “Está de coña”, pensaréis. A decir verdad, no del todo: cuando mi suegro, que a veces me da ideas, me sugirió ésta, sólo vi la posibilidad de ensayar una lacerante ironía. Al pasarla a letras, sin embargo, me he dado cuenta de que esta defensa (en plan Swift), con toda su retranca, no es tan descabellada como podría parecer. Y es que vivimos tiempos muy difíciles.
En defensa de la esclavitud. Por Belen Martos
Es un hecho constatado que la desocupación y la precariedad laboral producen una importante cantidad de problemas en las sociedades occidentales. Los individuos que no son capaces de ganarse el sustento debidamente, por cualesquiera razones que esto impidan, constituyen una fuente de contratiempos para el resto: dado que la mayor parte de ellos no tiene intención de dejarse morir de hambre, los recursos que estas gentes utilizan para lograr su manutención suelen ser lesivos para los demás. La delincuencia y la violencia tienen en la pobreza sus causas principales.
Por otra parte, es una realidad conocida que la escasez pecuniaria da lugar en el que la padece a enfermedades físicas y mentales que deben ser tratadas en ocasiones por la medicina pública -con el consiguiente gasto que ello genera-, y provoca además malos hábitos y costumbres poco edificantes, que hacen de estos hombres y mujeres con pocos ingresos una turba cuya compañía no resulta agradable para los que por fortuna no nos encontramos en su situación.
No son desdeñables, tampoco, las molestias que producen en la ciudadanía las situaciones laborales inestables y frágiles, cuando éstas perjudican a un colectivo reivindicativo y poco conformista. Creo que no es necesario recordar cómo incomodan al tránsito rodado de nuestras ciudades las manifestaciones de trabajadores que intentan que no los despidan, o que tratan de que su sueldo se incremente en cierta medida. En ocasiones el conflicto llega a extremos tan desagradables como en el caso del campamento que los trabajadores de Sintel lograron instalar en el Paseo de la Castellana de Madrid, una de las vías principales de la capital española. La presencia de aquellos desocupados harapientos parapetados en sus tiendas de campaña ofendía los sentidos del que los veía.
Es este cúmulo de inconvenientes que produce en nuestros días el trabajo asalariado ordinario, el que me ha movido a intentar encontrar una solución al caso. Y creo haberla hallado en la defensa del sistema esclavista. Es preferible nacer y morir esclavo, obligando a un amo a procurar el sustento propio, que pelear toda una vida por un salario cuyo mantenimiento nunca está garantizado.*
La principal razón, aunque no sea la única, por la cual creo que la situación de los trabajadores asalariados mejoraría notablemente si se sometiesen a un régimen de esclavitud, no es otra que la estabilidad que dicha relación económica posibilita para el productor. (Es importante destacar que la condición de esclavitud a que me refiero y que defiendo no debería posibilitar que los esclavos fueran liberados, vendidos o prestados sin la conformidad expresa de los hombres y mujeres en propiedad.)
En las sociedades antiguas, como la grecolatina, la egipcia o la babilonia, la posesión de un esclavo obligaba al amo a suministrarle alimento, alojamiento y vestimenta mientras estuviera a su cargo. Así el productor, en lugar de recibir una soldada a cambio de la venta de su fuerza de trabajo, recibía la garantía de su manutención y de la de su familia, en tanto no fuera manumitido. Teniendo en cuenta que la remuneración que reciben los asalariados actualmente apenas alcanza en muchas ocasiones para sufragar el gasto de los bienes de primera necesidad que se necesitan para mantener una vida digna, el paso de asalariado a esclavo no supondría perjuicio alguno para el productor, en este aspecto: en muchas ocasiones incluso mejorarían sus condiciones de vida.
Además, y he aquí el quid de la cuestión, el esclavo tiene la garantía de que no va a ser despedido, no dependen sus ingresos de la buena voluntad de su pagador ni de la honradez o la habilidad de quienes se encargan de negociar su salario en su nombre (v.g., los sindicatos), ni tampoco tiene su poder adquisitivo que someterse a los flujos económicos de la sociedad en la que vive.
En estas condiciones, el equilibrio emocional de los productores estaría asegurado en gran medida: no se daría lugar a las muy perjudiciales frustraciones laborales (dado que no habría posibilidad de formarse expectativas), y los esclavos trabajarían satisfechos al no sentir que su situación personal, y la de su familia, puede variar sensiblemente en cualquier momento.
Por otra parte, una sociedad esclavista que garantizase una calidad de vida razonable a los esclavos evitaría la agitación social que resulta de la lucha por la mejora de las condiciones de los asalariados, y todos los inconvenientes que aquélla genera.
Lo expuesto me parece suficiente motivo para que las personas de buen fondo se pasen al bando de los esclavistas: entiendo que resulta evidente que todos saldríamos ganando en una sociedad que funcionase de esta manera, en comparación con el actual estado de cosas.
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* “Está de coña”, pensaréis. A decir verdad, no del todo: cuando mi suegro, que a veces me da ideas, me sugirió ésta, sólo vi la posibilidad de ensayar una lacerante ironía. Al pasarla a letras, sin embargo, me he dado cuenta de que esta defensa (en plan Swift), con toda su retranca, no es tan descabellada como podría parecer. Y es que vivimos tiempos muy difíciles.
Espacio para los autores: |
Ya no estamos aquÃ:
nos hemos mudado a
www.RedProgresista.net
La cuestión es la siguiente: cualquier persona, para poder hacer planes de futuro (independizarse, tener hijos, etc.) necesita tener un mínimo de estabilidad. Y todas las teorías económicas de flexibilización del mercado de trabajo no lo aportan. Quizá sea bueno para la economía, pero si la economía no es buena para los ciudadanos, ¿de qué sirve?
Se olvida con frecuencia que mejorar la economía debe servir para mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, si no no sirve de nada.
Creo que fue Marcos quien terminó su presentación diciendo "Si queremos hacer al hombre libre, tenemos que hacer a la economía esclava".(Fernando de los Ríos)
Desgraciadamente, la actual coyuntura nos lleva a la economía libre y el hombre esclavo.
Se olvida con frecuencia que mejorar la economía debe servir para mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, si no no sirve de nada.
Creo que fue Marcos quien terminó su presentación diciendo "Si queremos hacer al hombre libre, tenemos que hacer a la economía esclava".(Fernando de los Ríos)
Desgraciadamente, la actual coyuntura nos lleva a la economía libre y el hombre esclavo.
Jessica, ¿ves? a eso me refiero:
"Se olvida con frecuencia que mejorar la economía debe servir para mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, si no no sirve de nada."
Esa frase es la base de todo. Prácticamente sintetiza todo lo que significa que un estado disfrute de una buena economía y que sus ciudadanos lo disfruten. Y a los hechos me remito. En este país resulta que durante los 5 primeros años de gobierno conservador la economía, a nivel global, mejoró (esa economía poco o nada tiene que ver con la economía del ciudadano de a pie, nisiquiera con la economía nacional en si), así que logramos superar lo que se dio en llamar las limitaciones para la entrada absoluta en la UE.
Sin embargo, se hizo evidente, sobre todo a partir de ese 5º año, que esa frase "España va bien" no incluía a esos ciudadanos. Los sucesivos presupuestos restrictivos en cuanto a cobertura social y de servicios, pero no en cuanto a las subvenciones estatales a la empresa privada dejaban al ciudadano en una indefención que culmina con tal inestabilidad laboral que no permite a esos mismos ciudadanos conseguir independencia económica real.
El endeudamiento del ciudadano de este país llega a casi el 80% de la renta anual media, o por lo menos era así hacia finales del 2004, cosa que llevó a Rato a decir que si los pisos se compraban era porque había dinero para hacerlo - lo que es obvio es que existe una gran diferencia entre la necesidad de tener un techo sobre la cabeza a que exista dinero real para poder ponerlo, lo que si existe es una capacidad de endeudamiento ficticia que sólo beneficia a bancos y grandes empresas, como son las constructoras o las empresas que ofertan trabajos en régimen de contratos de esclavitud.
Otra de las grandes mentiras es el endeudamiento "necesario", ese endeudamiento "necesario" es el que lleva a un joven a comprarse un coche de 3 millones de pesetas, sin tener donde caerse muerto. ¿Ese tipo de endeudamiento es "necesario"? No, no lo es. ¿A quien beneficia ese endeudamiento "necesario"? Al chico de 20 años que compra el coche no. A bancos, empresas de seguros privados, financieras, etc, etc, si.
Quisiera hacer una pregunta, si me lo permitís.
Si todo el mundo comprara los pisos al contado ¿Sería tan rentable el negocio inmoviliario? Es una pregunta sencilla.
Dejadme hacer otra.
La necesidad de ciudadano por tener un sueldo para pagar deudas o para tener capacidad de endeudarse, y quisiera recordar que existe una diferencia notable entre querer trabajar y tener la necesidad de trabajar para pagar letras ¿A quien beneficia? ¿Quien se nutre de esa masa de trabajo barata?
Ôô-~
"Se olvida con frecuencia que mejorar la economía debe servir para mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, si no no sirve de nada."
Esa frase es la base de todo. Prácticamente sintetiza todo lo que significa que un estado disfrute de una buena economía y que sus ciudadanos lo disfruten. Y a los hechos me remito. En este país resulta que durante los 5 primeros años de gobierno conservador la economía, a nivel global, mejoró (esa economía poco o nada tiene que ver con la economía del ciudadano de a pie, nisiquiera con la economía nacional en si), así que logramos superar lo que se dio en llamar las limitaciones para la entrada absoluta en la UE.
Sin embargo, se hizo evidente, sobre todo a partir de ese 5º año, que esa frase "España va bien" no incluía a esos ciudadanos. Los sucesivos presupuestos restrictivos en cuanto a cobertura social y de servicios, pero no en cuanto a las subvenciones estatales a la empresa privada dejaban al ciudadano en una indefención que culmina con tal inestabilidad laboral que no permite a esos mismos ciudadanos conseguir independencia económica real.
El endeudamiento del ciudadano de este país llega a casi el 80% de la renta anual media, o por lo menos era así hacia finales del 2004, cosa que llevó a Rato a decir que si los pisos se compraban era porque había dinero para hacerlo - lo que es obvio es que existe una gran diferencia entre la necesidad de tener un techo sobre la cabeza a que exista dinero real para poder ponerlo, lo que si existe es una capacidad de endeudamiento ficticia que sólo beneficia a bancos y grandes empresas, como son las constructoras o las empresas que ofertan trabajos en régimen de contratos de esclavitud.
Otra de las grandes mentiras es el endeudamiento "necesario", ese endeudamiento "necesario" es el que lleva a un joven a comprarse un coche de 3 millones de pesetas, sin tener donde caerse muerto. ¿Ese tipo de endeudamiento es "necesario"? No, no lo es. ¿A quien beneficia ese endeudamiento "necesario"? Al chico de 20 años que compra el coche no. A bancos, empresas de seguros privados, financieras, etc, etc, si.
Quisiera hacer una pregunta, si me lo permitís.
Si todo el mundo comprara los pisos al contado ¿Sería tan rentable el negocio inmoviliario? Es una pregunta sencilla.
Dejadme hacer otra.
La necesidad de ciudadano por tener un sueldo para pagar deudas o para tener capacidad de endeudarse, y quisiera recordar que existe una diferencia notable entre querer trabajar y tener la necesidad de trabajar para pagar letras ¿A quien beneficia? ¿Quien se nutre de esa masa de trabajo barata?
Ôô-~
¿Hay alguien persiguiendo con un rifle a sueldo del BBVA obligando a la peña a firmar hipotecas? Oye, si alguien quiere hipotecarse por 30 años, allá él. Si cree que le hará feliz, adelante.
Esto de meterse en la vida de otros es algo también de la izquierda ahora, veo.
Esto de meterse en la vida de otros es algo también de la izquierda ahora, veo.
La alternativa, Egocrata, es quedarte a vivir en casa de papá y mamá hasta que heredes.
La vivienda es un bien NE-CE-SA-RIO. De ahí la necesidad de, o bien quedarse en casa de los papis, o bien hipotecarse por 30 años. No hay muchas más alternativas, tal como están las cosas. ¿Mercado de pisos de alquiler? Ja!
Mi piso costó 18 millones de las antiguas pesetas, hace 3 años (afortunada que es una). Voy a pagar al banco 34 (supongo que éso responde tu pregunta, Sun_Tsu). Os adelanto que con mi sueldo es materialmente imposible pagar la hipoteca y los gastos.
La vivienda es un bien NE-CE-SA-RIO. De ahí la necesidad de, o bien quedarse en casa de los papis, o bien hipotecarse por 30 años. No hay muchas más alternativas, tal como están las cosas. ¿Mercado de pisos de alquiler? Ja!
Mi piso costó 18 millones de las antiguas pesetas, hace 3 años (afortunada que es una). Voy a pagar al banco 34 (supongo que éso responde tu pregunta, Sun_Tsu). Os adelanto que con mi sueldo es materialmente imposible pagar la hipoteca y los gastos.
Egócrata, las peras no se pueden mezclar con las manzanas, una pera es una pera y una manzana es una manzana, dos peras es un matrimonio, una pera y una manzana será cualquier otra cosa, pero no un matrimonio...
Pues no, coño!!!
¿¿¿Que tiene que ver que la gente tenga el derecho a endeudarse con que dicho endeudamiento, sobre todo en personas que no tienen estabilidad laboral, a quien único beneficie es a las grandes empresas, como bancos, seguros privados, finacieras, etc, etc???
Y sino lo entiendes ven, que te lo explico de nuevo, que me sé otra con churras y merinas.
Ôô-~
Pues no, coño!!!
¿¿¿Que tiene que ver que la gente tenga el derecho a endeudarse con que dicho endeudamiento, sobre todo en personas que no tienen estabilidad laboral, a quien único beneficie es a las grandes empresas, como bancos, seguros privados, finacieras, etc, etc???
Y sino lo entiendes ven, que te lo explico de nuevo, que me sé otra con churras y merinas.
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Jessica, si así están casi todos los españoles, la capacidad de endeudamiento supera con creces la capacidad financiera real, y de supervivencia real, todo sea dicho, del ciudadano. Y eso es indiscutible. La cuestión es a quien beneficia, ¿beneficia al ciudadano? evidentemente no, por lo tanto la economía no va bien. Es así de simple.
Ôô-~
Ôô-~
Por no quedarme en casa de mis padres eternamente. Sale un chollo y lo aprovechas (lo que tiene tener una amiga en una inmobiliaria, ya ves...).
Es cuestión de prioridades: o te quedas en casa de tus padres hasta que heredes, o te endeudas hasta el día de tu jubilación. ¿Sugieres alguna otra alternativa, Egocrata?
Es cuestión de prioridades: o te quedas en casa de tus padres hasta que heredes, o te endeudas hasta el día de tu jubilación. ¿Sugieres alguna otra alternativa, Egocrata?
Llevo cinco años viviendo de alquiler, y no me he muerto. Y viviendo bien, por cierto. ;-). Hubiera comprado si supiera que me iba a quedar en una ciudad bastante tiempo, pero aún soy joven y nómada.
¿De alquiler en Barcelona, o en USA? Porque de alquiler en Barcelona y rodalies la cosa está bastante mal: pagan tanto de alquiler como yo de propiedad y más, y además el mercado de pisos de alquiler por aquí es reducidísimo.
No me voy a poner a glosar aquí las ventajas de la propiedad respecto al alquiler (en la actual coyuntura), pero sí diré que el mercado de pisos de alquiler es escaso, caro, y no tiene las mismas ayudas estatales que tiene la compra.
Además, vuelvo a hacer hincapié en el tema de la estabilidad: emanciparse, formar una familia... Éso sí está dentro de mis prioridades a corto-medio plazo (otra cosa es convencer a uno que yo me sé, pero a ése dejádmelo a mí!).
Ya nos podemos meter en otro berenjenal: el descenso de la natalidad, la prácticamente obligatoria incorporación de la mujer al mercado laboral a tiempo completo (que una cosa es desarrollar una carrera porque una quiera, y otra muy distinta hacerlo porque con un sueldo solo no llegamos, en línea con lo que decía Sun_Tsu), pero éso también es para otro post.
Lo que quiero decir es que la precariedad laboral tiene consecuencias profundas sobre el modelo de sociedad en el que queremos vivir.
No me voy a poner a glosar aquí las ventajas de la propiedad respecto al alquiler (en la actual coyuntura), pero sí diré que el mercado de pisos de alquiler es escaso, caro, y no tiene las mismas ayudas estatales que tiene la compra.
Además, vuelvo a hacer hincapié en el tema de la estabilidad: emanciparse, formar una familia... Éso sí está dentro de mis prioridades a corto-medio plazo (otra cosa es convencer a uno que yo me sé, pero a ése dejádmelo a mí!).
Ya nos podemos meter en otro berenjenal: el descenso de la natalidad, la prácticamente obligatoria incorporación de la mujer al mercado laboral a tiempo completo (que una cosa es desarrollar una carrera porque una quiera, y otra muy distinta hacerlo porque con un sueldo solo no llegamos, en línea con lo que decía Sun_Tsu), pero éso también es para otro post.
Lo que quiero decir es que la precariedad laboral tiene consecuencias profundas sobre el modelo de sociedad en el que queremos vivir.
Tanto en Madrid como EUA y BCN. Se puede vivir de alquiler bien, vamos.
Claro, yo no quiero estabilidad ;-).
Claro, yo no quiero estabilidad ;-).
Ya no estamos aquÃ:
nos hemos mudado a
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