www.RED PROGRESISTA.net Somos de Izquierdas

Nota: Este es mi primer post en RedProgresista. Mi nombre es Marcos, y soy el webmaster de Res Publica, quizás a alguno le suene... he estado varios meses sin escribir, pero he vuelto con ánimos renovados gracias al trabajo que la compañera Jessica ha realizado para sacar este proyecto adelante. Para que la gente me sitúe: soy militante de las Juventudes Socialistas, aunque en determinados temas estoy más en la onda del sector ecosocialista de IU, o incluso con la izquierda altermundialista tipo "ATTAC", que de Solbes, M. Sebastián, Bono o Ibarra. Vamos, que soy un socialista del ala izquierda. Es triste que tenga que hacer esta última precisión, pero vivimos en una época en que los más diversos intereses hablan con la boca de la izquierda, y del peor de estos intereses (el del rival, nada menos) será del que hable en este artículo.

Con el transcurrir del tiempo y de los cambios sociales, la línea que separaba la izquierda de la derecha se ha ido difuminando. En algunos casos, el eje se escoraba tanto hacia esta última que, como en EEUU, nos podemos encontrar con "izquierdistas" que han renunciado a la universalización de los servicios públicos, al internacionalismo y al control del mercado. Curiosamente, sólo puedo recordar una rendición similar a los planteamientos del rival por parte de la Derecha: la aceptación del Estado de Bienestar, más por miedo a que el ejemplo soviético provocase revueltas sociales, que por un verdadero deseo de justicia social. La prueba está en que aprovecharon la primera crisis que se les presentó -en los 70- para renunciar a ese modelo.

Sin embargo, la izquierda lleva ya tiempo claudicando frente al paradigma neoliberal. Es normal que se replanteen las soluciones prácticas en función de las circunstancias, pero no podemos justificar el abandono de los mismos principios básicos, de los valores fundamentales de la izquierda. El pensamiento de izquierdas se basa en el ansia de emancipación del ser humano, y en determinación de "que ninguna fuerza ajena puede determinar el destino de los seres humanos más que ellos mismos", y de "que la dirección de las sociedades se puede y se debe hacer de manera colectiva, por métodos democráticos y sin dejar espacios autónomos que acaben poniendo en peligro la propia convivencia". Esos espacios autónomos, cuyos defensores luchan por mantener al margen de las reglas democráticas, son el Mercado y la Tradición, y esas palabras corresponden a alguien tan poco sospechoso de dogmatismo estatalista como nuestro actual ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, en su libro "De nuevo socialismo".

La resignación, las llamadas a la inevitabilidad de las cosas, son valores de la Derecha. Negarse a actuar contra la tradición o el mercado es de derechas. No podemos aceptar que los liberales que están en contra de la intervención de la Tradición en la vida política se autodenominen "progresistas", cuando siguen permitiendo que el Mercado determine sin oposición la vida de los ciudadanos. Y lo permiten en el mismo momento en el que niegan al Estado los medios necesarios para poner la economía al servicio de la Sociedad, mediante la regulación del Mercado, la redistribución de la renta, el Estado de Bienestar. El Mercado libre de regulación estatal nunca ha sido ni será fuente de justicia social.

Conclusión: Si el social-liberalismo renuncia al proyecto emancipador de la izquierda, si reniega de los únicos MÉTODOS que permiten poner en práctica los VALORES fundamentales de la izquierda, no es izquierda, y punto. Sólo será el compañero de viaje que, si le permitimos dirigir el camino de la izquierda, nos llevará en dirección contraria.

"Si queremos hacer al hombre libre, tenemos que hacer a la economía esclava".(Fernando de los Ríos).