miércoles, agosto 31, 2005
La chapuza constitucional iraquí | Autor/a: R. Senserrich
Como me gusta ir a contracorriente, diré que lo de los derechos de las mujeres, el Islam como fuente del derecho y todos esos horrores en que se han centrado los periódicos son un mal menor. Sí, es espantoso, es malo, y el nuevo régimen será mucho más severo en estas cosas que el viejo (Saddam te mataba por otras cosas, no por el Corán, de todos modos, así que vamos...) pero no es grave para el futuro del país.
Lo que se cargará la nueva constitución, tanto si llega a ser aprobada como si no muere en el referéndum (por cierto, si se estrella en ese, no hay plan B) es el muy poco citado artículo 110, acerca del petróleo.
Si hay algo que hace de Irak un lugar espantoso para establecer una democracia no es la diversidad étnica, como se dice a menudo, si no la mayor fuente de riqueza del país, su subsuelo. Varias étnias pueden vivir en una democracia sin demasiados problemas, a poco que se hagan las cosas bien; desde Suiza a la India, hay un montón de casos. Países petrolíferos puros en democracia, Noruega, y porque no lo necesitaban al ser ya bastante ricos antes.
El problema del petroleo es, sencillamente, que no se puede mover de sitio. Quien lo controla no se lo puede llevar lejos metido en un barco o con una transferencia a Suiza, así que se pasará la vida muerto de miedo que se lo quiten. Tan muerto de miedo, de hecho, que estará más que dispuesto a oprimir al resto del país con tal de seguir chupando del bote, como hacían los suníes bajo Saddam Hussein.
En democracia, la cosa se complica porque quien controla el petroleo se decide por mayoría. Si la mayoría es la que vive en las zonas con más pozos y vota que el petroleo es suyo y al resto de país que le den, las minorías como poco pillarán un cabreo de impresión, y con nada se liarán a tiros. Los suníes y kurdos están, evidentemente, aterrados con la idea que los chiíes voten que la riqueza del país es suya y los envíen a tomar morcilla, así que la constitución debería incluir un compromiso sólido y difícil de reformar para garantizar un reparto del petroleo que satisfaga a las minorías... Cosa que no tiene, ni de broma.
El artículo 110 dice que el petroleo es de todos, lo explota el gobierno federal, y que lo debe distribuir de manera equitativa, siempre después de un periodo en que las regiones oprimidas por el régimen anterior (una constitución que cita agravios pasados es fantástica para reconciliar el país, vamos) son compensadas. Muy bonito, en principio... con el pequeño problema que el reparto no se regula aquí, sino por ley, es decir mayoría simple. Mayoría que tienen los chiíes. Que votarán, por descontado, o bien quedarse con el pastel, o bien que el periodo de compensaciones dura hasta que Alá baje y baile una jota, y a quien no le guste, morcilla.
En otras palabras, una receta estupenda para que suníes y kurdos cojan un rebote y quieran establecer el reparto por las bravas. O que los Chiíes se harten y declaren ley marcial y una dictadura para su propia protección. En resumen, para que el país siga su largo, glorioso y deliberado camino hacia ese lugar llamado "carajo".
Nada como dejar aprobar la constitución por mayoría no cualificada, oiga. En fin, chapuzas.
Lo que se cargará la nueva constitución, tanto si llega a ser aprobada como si no muere en el referéndum (por cierto, si se estrella en ese, no hay plan B) es el muy poco citado artículo 110, acerca del petróleo.
Si hay algo que hace de Irak un lugar espantoso para establecer una democracia no es la diversidad étnica, como se dice a menudo, si no la mayor fuente de riqueza del país, su subsuelo. Varias étnias pueden vivir en una democracia sin demasiados problemas, a poco que se hagan las cosas bien; desde Suiza a la India, hay un montón de casos. Países petrolíferos puros en democracia, Noruega, y porque no lo necesitaban al ser ya bastante ricos antes.
El problema del petroleo es, sencillamente, que no se puede mover de sitio. Quien lo controla no se lo puede llevar lejos metido en un barco o con una transferencia a Suiza, así que se pasará la vida muerto de miedo que se lo quiten. Tan muerto de miedo, de hecho, que estará más que dispuesto a oprimir al resto del país con tal de seguir chupando del bote, como hacían los suníes bajo Saddam Hussein.
En democracia, la cosa se complica porque quien controla el petroleo se decide por mayoría. Si la mayoría es la que vive en las zonas con más pozos y vota que el petroleo es suyo y al resto de país que le den, las minorías como poco pillarán un cabreo de impresión, y con nada se liarán a tiros. Los suníes y kurdos están, evidentemente, aterrados con la idea que los chiíes voten que la riqueza del país es suya y los envíen a tomar morcilla, así que la constitución debería incluir un compromiso sólido y difícil de reformar para garantizar un reparto del petroleo que satisfaga a las minorías... Cosa que no tiene, ni de broma.
El artículo 110 dice que el petroleo es de todos, lo explota el gobierno federal, y que lo debe distribuir de manera equitativa, siempre después de un periodo en que las regiones oprimidas por el régimen anterior (una constitución que cita agravios pasados es fantástica para reconciliar el país, vamos) son compensadas. Muy bonito, en principio... con el pequeño problema que el reparto no se regula aquí, sino por ley, es decir mayoría simple. Mayoría que tienen los chiíes. Que votarán, por descontado, o bien quedarse con el pastel, o bien que el periodo de compensaciones dura hasta que Alá baje y baile una jota, y a quien no le guste, morcilla.
En otras palabras, una receta estupenda para que suníes y kurdos cojan un rebote y quieran establecer el reparto por las bravas. O que los Chiíes se harten y declaren ley marcial y una dictadura para su propia protección. En resumen, para que el país siga su largo, glorioso y deliberado camino hacia ese lugar llamado "carajo".
Nada como dejar aprobar la constitución por mayoría no cualificada, oiga. En fin, chapuzas.