viernes, agosto 19, 2005
17 héroes | Autor/a: Jessica
Admito que no he estado especialmente atenta al caso del helicópero (gracias Eloso por la aclaración) que se ha estrellado en Afganistan y los 17 soldados españoles que han muerto en el accidente. La cosa me trae recuerdos lejanos, pero no sabría compararlos porque no me he enterado más que de cuatro cosas, así que no daría para mucho comentarlo. Si alguno de mis compañeros quiere tratar el tema más en profundidad, que cuelgue un borrador, y añadimos el texto a continuación, como en el post de Israel y Ernesto. Por mi parte, si nadie más se anima, prometo enmendarme y ampliar éste texto con mi opinión sobre el suceso en sí, una vez me haya documentado.
Ahora bien, a pesar de todo, hay algunas cosas que me resultan mosqueantes (desconfiada que es una, ¿qué le vamos a hacer a éstas alturas?). Lamento profundamente la muerte de los 17 militares españoles en Afganistán. Y me imagino que tanto el Ministro Bono como el Presidente Zapatero y toda la oposición en bloque, también. Pero me da a mí que la que están organizando tiene un punto de exagerado...
No es que reproche a Zapatero hacer alarde de honda preocupación. Lo encuentro lógico: cualquiera se permite relajarse medio minuto ante esta circunstancia, después de lo que ocurrió en Turquía con el Yakolev, en tiempos de Aznar y de Trillo, y teniendo en cuenta la clase de gente que actualmente manda en el Partido Popular. Me da a mí que tienen más miedo que vergüenza. Literalmente.
Pero es que hay cosas que resultan bochornosas de puro exageradas. Por ejemplo: han muerto 177 trabajadores en lo que va de año, en el ejercicio de sus funciones. Vale que un albañil que se cae del andamio no muere "por defender a España" pero ¿merece menos reconocimiento por ello? A ésas 177 víctimas de la precariedad laboral nadie les va a hacer un funeral de Estado. Si me apuran, casi nadie se acuerda de ellas, pasan desapercibidas, incluso para los sindicatos. No logro entender por qué cada militar que muere en su puesto de trabajo tiene que producir infinitamente más dolor y consternación en nuestros gobernantes, que cuando fallece cualquier otro individuo, sea en el desempeño de sus funciones en su puesto de trabajo, sea en un cuartelillo de la Guardia Civil.
Ahora bien, a pesar de todo, hay algunas cosas que me resultan mosqueantes (desconfiada que es una, ¿qué le vamos a hacer a éstas alturas?). Lamento profundamente la muerte de los 17 militares españoles en Afganistán. Y me imagino que tanto el Ministro Bono como el Presidente Zapatero y toda la oposición en bloque, también. Pero me da a mí que la que están organizando tiene un punto de exagerado...
No es que reproche a Zapatero hacer alarde de honda preocupación. Lo encuentro lógico: cualquiera se permite relajarse medio minuto ante esta circunstancia, después de lo que ocurrió en Turquía con el Yakolev, en tiempos de Aznar y de Trillo, y teniendo en cuenta la clase de gente que actualmente manda en el Partido Popular. Me da a mí que tienen más miedo que vergüenza. Literalmente.
Pero es que hay cosas que resultan bochornosas de puro exageradas. Por ejemplo: han muerto 177 trabajadores en lo que va de año, en el ejercicio de sus funciones. Vale que un albañil que se cae del andamio no muere "por defender a España" pero ¿merece menos reconocimiento por ello? A ésas 177 víctimas de la precariedad laboral nadie les va a hacer un funeral de Estado. Si me apuran, casi nadie se acuerda de ellas, pasan desapercibidas, incluso para los sindicatos. No logro entender por qué cada militar que muere en su puesto de trabajo tiene que producir infinitamente más dolor y consternación en nuestros gobernantes, que cuando fallece cualquier otro individuo, sea en el desempeño de sus funciones en su puesto de trabajo, sea en un cuartelillo de la Guardia Civil.
No tengo en nada en contra de los militares, mucho menos de sus familias. Lamento profundamente su muerte. Pero con la hipocresía, es que no puedo.