miércoles, agosto 24, 2005
¡Quiero que Firefox se adapte a mí! | Autor/a: Jessica
Todos los partidarios del software libre me van a freír por ésto. Soy consciente de que me voy a ganar el infierno Barrapuntero por lo que voy a decir, pero lo asumo: ¡SÍ! Uso Internet Explorer. Y uso Güindous. Y me gustan los deportes de riesgo, ¿qué pasa?
No voy a adormecerles aquí con una diatriba sobre los beneficios del software libre y del software propietario, pero sí me gustaría hacer algunos apuntes, y después despelléjenme como les venga de gusto.
Soy (entre otras muchas cosas) técnico en Gestión Comercial y Marketing, diplomada en Dirección de Marketing y Relaciones Públicas (y mi madre me odia porque es incapaz de recordar el nombre completo de mi titulación), programadora freelance, master en informática de gestión y mejor persona. Sirva ésto para ir entrando en materia, y situándoles porque mi crítica NO se va a centrar en los aspectos más técnicos del asunto.
Nunca he usado Linux, ni lo tengo entre mis proyectos de futuro. Dicen que es muy bueno, y que Microsoft es el demonio reencarnado, pero no me entra en la cabeza que si tan bueno es, aún siga despertando tantos reparos en el usuario de a pie. Porque si algo bueno tuvo Microsoft es una brutal campaña de marketing para acercarse al usuario y hacerle la vida más fácil: It's easy!. El sistema operativo será todo lo malo que ustedes quieran, les amargará la vida la mayor parte de las veces, pero It's easy! En cambio Linux, desde mi punto de vista, todavía es percibido más para auténticos geeks más que para el usuario medio. Es un handicap de posicionamiento que deberían salvar.
Todo ésto viene por las historias que hemos tenido para adaptar la apariencia del blog a los distintos navegadores: que si con Firefox me pasa esto, que si con Opera lo otro, que si con Mozilla lo de más allá... ¡Serán puñeteros, los jodíos! No podían usar Internet Explorer como la gente normal, no...
Así que éstos días de cambios frustrantes (gracias enhiro por dar con la solución: eres un artista), he llegado a preguntarme si realmente todos ésos navegadores son realmente útiles... ¿Porqué no pueden leer correctamente el contenido de una vulgar plantilla? ¿Porqué me descuajaringaba el diseño? ¿Porqué tengo yo que adaptarme a Firefox y a Mozilla? ¡Quiero que Firefox se adapte a mí! Porque, a ver: ¿desde cuándo tiene que ser el usuario el que se adapte al programa, y no al revés? Vale, desde siempre, toa la vida. Olvídenlo: no he dicho nada.
Ahora sí, ahora es el momento: soy partidaria del software propietario. ¡Sálvese quien pueda! En serio: como usuaria, entiendo perfectamente que para el usuario en general es fantástico que alguien haga un programa, y luego venga otro detrás y con cuatro modificaciones bien hechas lo mejore. Para el usuario, y para el mundo del software en general, es una maravilla.
Cuando digo que estoy a favor del software propietario, no estoy hablando de patentes de software ni de grandes monopolios ni nada por el estilo: no estoy pensando en Microsoft sino en mí, cuando lo digo. Estoy pensando en el currante de a pie, que le echa chorrocientas horas a un proyecto personalizadísimo para que el usuario te venga tocando las narices con tonterías. Un proyecto por el que la hora te ha salido a calderilla si echas cuentas, y encima te exigen "mantenimiento" por la patilla. Pues es mi software y hago con él lo que me da la gana, y no me gusta que me toqueteen el código. Y si alguien quiere una actualización o una mejora sobre lo que ya he hecho, que pase por caja para pagar la nueva versión. Sí, ya sé que es lo que hace la opresora Microsoft, ¡pero es que los programadores autónomos no viven del aire!
No voy a adormecerles aquí con una diatriba sobre los beneficios del software libre y del software propietario, pero sí me gustaría hacer algunos apuntes, y después despelléjenme como les venga de gusto.
Soy (entre otras muchas cosas) técnico en Gestión Comercial y Marketing, diplomada en Dirección de Marketing y Relaciones Públicas (y mi madre me odia porque es incapaz de recordar el nombre completo de mi titulación), programadora freelance, master en informática de gestión y mejor persona. Sirva ésto para ir entrando en materia, y situándoles porque mi crítica NO se va a centrar en los aspectos más técnicos del asunto.
Nunca he usado Linux, ni lo tengo entre mis proyectos de futuro. Dicen que es muy bueno, y que Microsoft es el demonio reencarnado, pero no me entra en la cabeza que si tan bueno es, aún siga despertando tantos reparos en el usuario de a pie. Porque si algo bueno tuvo Microsoft es una brutal campaña de marketing para acercarse al usuario y hacerle la vida más fácil: It's easy!. El sistema operativo será todo lo malo que ustedes quieran, les amargará la vida la mayor parte de las veces, pero It's easy! En cambio Linux, desde mi punto de vista, todavía es percibido más para auténticos geeks más que para el usuario medio. Es un handicap de posicionamiento que deberían salvar.
Todo ésto viene por las historias que hemos tenido para adaptar la apariencia del blog a los distintos navegadores: que si con Firefox me pasa esto, que si con Opera lo otro, que si con Mozilla lo de más allá... ¡Serán puñeteros, los jodíos! No podían usar Internet Explorer como la gente normal, no...
Así que éstos días de cambios frustrantes (gracias enhiro por dar con la solución: eres un artista), he llegado a preguntarme si realmente todos ésos navegadores son realmente útiles... ¿Porqué no pueden leer correctamente el contenido de una vulgar plantilla? ¿Porqué me descuajaringaba el diseño? ¿Porqué tengo yo que adaptarme a Firefox y a Mozilla? ¡Quiero que Firefox se adapte a mí! Porque, a ver: ¿desde cuándo tiene que ser el usuario el que se adapte al programa, y no al revés? Vale, desde siempre, toa la vida. Olvídenlo: no he dicho nada.
Ahora sí, ahora es el momento: soy partidaria del software propietario. ¡Sálvese quien pueda! En serio: como usuaria, entiendo perfectamente que para el usuario en general es fantástico que alguien haga un programa, y luego venga otro detrás y con cuatro modificaciones bien hechas lo mejore. Para el usuario, y para el mundo del software en general, es una maravilla.
Cuando digo que estoy a favor del software propietario, no estoy hablando de patentes de software ni de grandes monopolios ni nada por el estilo: no estoy pensando en Microsoft sino en mí, cuando lo digo. Estoy pensando en el currante de a pie, que le echa chorrocientas horas a un proyecto personalizadísimo para que el usuario te venga tocando las narices con tonterías. Un proyecto por el que la hora te ha salido a calderilla si echas cuentas, y encima te exigen "mantenimiento" por la patilla. Pues es mi software y hago con él lo que me da la gana, y no me gusta que me toqueteen el código. Y si alguien quiere una actualización o una mejora sobre lo que ya he hecho, que pase por caja para pagar la nueva versión. Sí, ya sé que es lo que hace la opresora Microsoft, ¡pero es que los programadores autónomos no viven del aire!